No somos de los que retroceden
Nunca más, esto no es para mi, no puedo mas... Son frases que se expresan cuando nos encontramos al borde del abismo. Cuando el matrimonio parece no avanzar y nuestro cónyugue decide que no quiere seguir más. Cuando un hijo cede a las presiones y cae en la droga, en el alcohol o la rebelión. Cuando llega un comunicado de despido, quitando la única fuente de ingresos que nos ayuda a pagar las cuentas.
![ekk.jpg](https://static.wixstatic.com/media/71dca1_862fb821cabe4a3da9f43808797eadfb.jpg/v1/fill/w_800,h_554,al_c,q_85,enc_avif,quality_auto/71dca1_862fb821cabe4a3da9f43808797eadfb.jpg)
Cuando le hemos fallado a Dios y creemos que no merecemos su perdón...
Sin embargo en lo más profundo de nuestro ser sabemos que no es el final, que aún hay esperanza y que tenemos que luchar aunque las fuerzas y el ánimo estén al borde de desaparecer.
En Hebreos 10:39 dice "Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
Somos una raza diferente, somos luchadores por naturaleza, llevamos en nuestro ADN la pasión de nuestro salvador, de aquel que en el camino al calvario no se dió por vencido, porque mientras caminaba te miraba a ti, me miraba a mi, y sabia que si se rendía nos perdía eternamente. Jesucristo no se rindió, por eso no nos rendimos, nos levantamos.
No retrocedemos, seguimos avanzando, seguimos orando por nuestros hijos, seguimos creyendo que Dios levantará nuestros hogares, porque no somos de los que retroceden para perdernos, no somos así, somos de los que perseveran para preservar el alma.
Eso que aún hace que te levantes de la cama los lunes, eso que hace que sigas de alguna forma confiando, es el poder de presencia que no te ha abandonado.
Levántate y persevera, eres parte de esta nueva raza de campeones, todo pasa, y su propósito eterno se cumplirá en tu vida.
No eres de los que retroceden, tu ADN lo sabe, no abandones, sigue adelante.